viernes, 12 de febrero de 2010

Con el corazón partio...








Cuando un dolor intenso nos oprime el pecho, tanto que podemos decir literalmente que tenemos el corazón roto, y que podemos sentir ese dolor físico cuando nos percatamos que el suelo desaparece bajo nuestros pies y no tenemos de donde aferrarnos.




Hemos escuchado en canciones, leído poemas lo que es tener el corazón destrozado, cuantas veces cantamos "Corazón Partio" de Alejandro Sanz y tratamos de imaginar que se siente en realidad... Los que lo hemos vivido sabemos que si se siente un dolor físico intenso, que sientes que se te desgarra el corazón por dentro y que duele tanto que no puedes a veces ni emitir sonido alguno, que sientes que se te va la vida, que ya no puedes ni respirar.



Realmente el estrés físico o emocional intenso, como la pérdida de un ser querido o una fuerte discusión o hasta una desilusión muy grande, puede rompernos literalmente el corazón. El “síndrome del corazón roto” o cardiomiopatía de Takotsubo presenta síntomas parecidas a los de un ataque cardíaco, como dolor en el pecho y dificultad respiratoria, etc. Pero normalmente es temporal, no deja secuelas, y no afecta a las arterias coronarias como un infarto, sino al músculo cardíaco.


Según un estudio publicado a mediados de 2009 en la revista American Journal of Cardioloy, el trastorno parece deberse a un aumento en el nivel de hormonas relacionadas al estrés, como la adrenalina. Las arterias no se ocluyen, sino que es el músculo cardíaco el que se resiente y debilita, hasta el punto de que el ventrículo izquierdo adquiere una forma cónica.


Se estima que entre un 1 y un 2% de los sujetos diagnosticados de un ataque cardíaco sufren en realidad este síndrome. Los expertos tratan de entender el proceso de la enfermedad para ayudar a desarrollar tratamientos más efectivos y estrategias a corto y largo plazo. Entre otras cosas, se ha descubierto que, a diferencia de los ataques cardíacos, que suelen ocurrir en invierno, el síndrome del corazón roto suele darse en los meses de primavera y verano. En un 75% de los casos ocurre después de sufrir un estrés intenso, como un accidente de tráfico, una discusión, la muerte de un ser querido. Este síndrome se observa más habitualmente en mujeres, en especial si ya han pasado la menopausia.


Es muy difícil dejar de sentir un dolor tan intenso cuando nos sobreviene una pena, es algo que no se puede evitar... solo me queda decir que a veces no nos damos cuenta de lo que entregamos y de lo que hacemos. Así que, antes de tener una fuerte discusión, cálmate! piénsalo un poquito y pregúntate si vale la pena dañarte a ti mismo por algo que tal vez ni valga la pena... piénsalo bien antes de entregar tu corazón a alguien, no vaya a ser que te desilusione al punto de hacerlo añicos en tu pecho.


Por mi parte, yo seguiré de píe, tratando de poner mi mejor sonrisa aunque me sienta muerta por dentro. La vida continua y no se detiene solo por que nos sentimos morir, solo nos queda avanzar y esforzarnos por luchar y alcanzar lo que queremos...



Me despido con un beso...
fue un gusto poder compartir contigo este pequeño tiempo

Hasta la próxima!

2 comentarios:

Ivan dijo...

hay que saber canalizar eso para que no afecte, el organismo y aceptar las cosas de la vida que son muchas

Unknown dijo...

Sabes, hace muchos años padecí cierta decepción amorosa... una noche sentí eso que describes en las lineas de arriba... no sabia que era un cardiopatia, pero ciertamente es preocupante saber que se puede morir uno por tener el corazón roto.. sin embargo me gusta ser emocional y profundo, amar de verdad es sentir verdadero amor.. con los riesgos que pueda acarrear